Ambivalente
Desde que terminamos algo en mí estalló. Y es fácil reconocerlo pero difícil admitirlo. Es el momento en que lo teórico y lo práctico ya no caminan en paralelo, se enfrentan dentro mío. Donde se rompen todas las convicciones y todos esos discursos tan sanos de no necesitar, se van agolpando contra un paredón a punto de caer. El instante en donde hay ruinas en lo lúgubre de la cama vacía. Es tan simple: esta noche te extraño. Si, te extraño. Esta noche donde la cabeza sucumbe, donde el colchón y el piso no encuentran distancia, donde la mirada no hace foco y el conteo de poco sirve. En estas madrugadas en las que el insomnio patea la cara y tu mano, tibia, tan absorbente de mis miedos, lograba posarse sobre mi frente hasta dejarme dormir sin sobresaltos. Pero no te extraño el resto del día. Y otra vez lo discursos se miran ofuscados porque se encuentran en disyuntivas insalvables: entre lo que te necesito, entre lo que no quiero, entre lo que te amé, entre lo que jamás te pediría. Y el volcán sigue ahí, erupcionando, escupiendo un mundo ambivalente que quema y enfría. Se pasan las horas y lo discuto conmigo: el sueño no se hace aliado y ahora gana que quisiera estar contigo.
Si el lenguaje es otra piel toquémonos mas Amor Ideas Noche Reflexiones
Juan Manuel Senese View All →
Periodista Deportivo. Profesorado en Comunicación Social (FPyCS. UNLP). Peronista